viernes, 20 de enero de 2012

Un cruce de caminos, el primer casting.

 

Arte es sinónimo de casting. Es un proceso natural donde la selva te pone de su lado, o por el contrario te deja desvalido ante las alimañas que poblamos la mesa que se levanta frente al artista examinado.
Hacer Arte es hasta cierto punto, un proceso de fagocitación continua, donde los afectos por los personajes se convierten en relaciones enfermizas.
En el proceso de un cantante que audiciona para cualquier opera, es proceso es similar.
Ya hemos hecho el primer casting interno con los alumnos. Duermo tranquilo porque estoy seguro, después de haber visto el trabajo de los que pasaron por el escenario, de que estamos ante un generación que dará buenos profesionales. Y cuando eso pasa, automáticamente subes otro escalón como director de escena y das por sabida la lección de las presiones y su gestión.
Disfruté de las Despinas, de Ferrando, de Don Alfonso, y aunque ella no lo crea, también disfruté de Dorabella.
Todos las Despinas fueron objeto comparaciones entre ellas y contra ellas mismas. Salieron indemnes y triunfante. 
Deseo y espero que todos estén en el cast (‘reparto’ o ‘elenco’ en español) final. Aunque sé que es imposible, moriré siempre con la duda de si tras una selección, he sido el culpable de haber incitado a la eutanasia artística de alguien.
Si soy sincero, aunque son mis alumnos y les conozco, casi tenía mas la mente puesta en un typecasting, yendo a la búsqueda de cantantes con algo especial.

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