martes, 31 de enero de 2012

Pedagogia, eterna pedagogia

Sabía que este nuestro "Cosi fan tutte" tenía otros condicionantes distintos a los de una producción al uso. En condiciones normales, hay cosas que no se explican, egos que se automitigan porque lo importante no es lo que "yo" hago, sino que puedo aportar al espectáculo.
En el desarrollo de cualquier producción, se dan situaciones que se entienden y que no necesitan de ser explicadas porque son el leit motiv del propio espectáculo.
A estas alturas del camino, tengo asumido el proceso. En este punto de la vereda, no tengo preferencias. Tengo que construir un equipo y explicar como se funciona a nivel profesional. Tengo que insertar en algunos componentes del proceso, la idea de que esto no es una fábrica donde se ensambla partes de un espectáculo, y que la parte que se propone tiene que ser pulida, recortada, lijada, pintada y lavada antes de incrustarla en el telar de emociones que se levanta ante nuestras narices. Me gustaría que entendieran, que esto no es un collage.....
Muchas de mis energías se irán por el desagüe de la pedagogía innecesaria, y no donde realmente se necesita: en las tablas. Vuelvo a apoderarme de un texto que escribí no  ha mucho tiempo para otro blog: "Soy director teatral y se me exige una alquimia precisa que haga revivir historias y emociones muchas veces ocultas. Me han llamado para excavar en las tripas de los actores y sacar lo más oculto de su alma: el arte que atesoran. Han tocado a mi puerta para que de forma a un sueño..."

No hay comentarios:

Publicar un comentario